Más sobre don Luis de Borbón y Farnesio.

Un amable lector, Manuel Gil, apunta que en la entrada sobre don Luis no mencionemos el palacio de Velada.

Efectivamente tiene toda la razón, para no hacer extenso el artículo, no detallamos uno de los lugares más importantes del peregrinaje castellano del matrimonio de los condes de Chinchón, después de sus nupcias.

Precisamente, en el palacio de Velada -Toledo- se inició el viaje de novios de la pareja.

Como contábamos la boda tuvo lugar en 1776 en el palacio que en Olías del Rey para trasladarse luego a Velada.

Palacio de los marqueses de Velada en Velada -Toledo-

ASÍ LO CUENTO EN LA NOVELA

 La de Vallabriga recibió a mi esposa como a la madre que le faltaba en su forzado exilio y don Luis a mí como el compañero comprensivo que también ha sufrido el rechazo de los farsantes. Una nueva María Teresa completaba la familia de los de Chinchón, la pequeña apenas tenía seis meses y era el juguete de su hermano Luis, a punto de cumplir los cuatro años. Ya veis que en Arenas de San Pedro no se complicaban la vida a la hora de escoger nombre para los retoños. María Teresa Josefa, la nueva componente de la familia Borbón-Vallabriga, había nacido en Velada el día veintiséis del anterior noviembre hacia las once de la noche, la bautizaron al día siguiente en la parroquia de San Bernardino de esa población. Que naciera en el palacete del conde de Altamira en Velada y no en el de las Damas, en Arenas, que era donde habitaban por aquel entonces los flamantes condes de Chinchón, tenía un poderoso motivo. El segundo hijo de la pareja se había malogrado al nacer y la condesa de Chinchón, con cierta superstición, había preferido dar a luz en Velada muy cerca de Talavera. Se trataba de una preciosa y sonriente niña que colmaba de alegría al padre y de cierta tristeza a la madre.

Así fue de importante el palacio de los marqueses de Velada para la pareja, además de sus primeras noches juntos, allí nacería María Teresa Josefa de Borbón y Vallabriga, futura condesa de Chinchón.

Condesa de Chinchón por Francisco de Goya

También nació en Velada su hermana María Luisa de Borbón y Vallabriga, posteriormente duquesa de San Fernando, concretamente el seis de junio de 1783

María Luisa de Borbón y Vallabriga

Así lo explica Santiago Martínez Hernández en

EL PALACIO DE LOS MARQUESES DE VELADA:
RESIDENCIA y CORTE EVENTUAL DEL INFANTE DON
LUIS ANTONIO DE BORBÓN y DE DOÑA MARÍA TERESA
DE VALLABRIGA (1776-1792) y LUGAR DE PASO DE
CARLOS IV Y SU FAMILIA (1803)

Dice Santiago Martínez:

Tras la boda, celebrada en el palacio de los Duques de Femandina de
Olias del Rey el 27 de junio de 1776, con la presencia del arzobispo de Toledo, el matrimonio se dirigió hacia Velada en donde es probable que fueran recibidos sino por los propios Marqueses -ya que debían guardar el debido respeto a la decisión real- por gentes de su confianza que les acomodarían en la residencia. Aquí estarían los recién casados varios meses. Pocas visitas ilustres se prodigaron por allí por temor a desagradar al monarca. Durante esta primera estancia en Velada el Infante compró una finca para sus caballos y se dedicó a la caza en las tierras de sus amigos los Marqueses de Velada y Astorga. El Marqués hombre culto y erudito dejó también a disposición de su real huésped su biblioteca que se repartía entre el convento de San Antonio y el palacio y en la que reunía tres millares de volúmenes aparte de cuadros, tapices, armas y objetos curiosos.
Puesto que alternaron las estancia con Cadalso de los Vidrios y Arenas de San Pedro -mientras el Infante se edificaba una enorme residencia allí con traza del seguidor del arquitecto Ventura Rodríguez, Domingo Thomas y su hermano Ignacio-, los hijos de don Luis y doña María Teresa nacieron en varios lugares. El primogénito Luis María 20 vino al mundo el 22 de marzo de 1777 en Cadalso, mientras el segundogénito Antonio María lo hacía en marzo de 1779 en Arenas de San Pedro, aunque fallecía en diciembre. El tercero de los vástagos del Infante María Teresa nacía en Velada el domingo 26 de noviembre de 1780. Y la última, María Luisa nacía, en Velada también en 1781.
Por la correspondencia conocida del Infante sabemos que residieron durante
largas temporadas en Velada alternando sus estancias con Arenas y Cadalso hasta que comenzó a ser habitable el palacio nueve de Arenas. No obstante debido al buen clima de Velada el Infante y su esposa siguieron acudiendo a la villa hasta la década de 1790. Tras la muerte de don Luis en 1785, su esposa doña María Teresa continuó residiendo con sus hijos en Arenas de San Pedro. Sin embargo un año después la viuda había enfermado gravemente por lo que se solicitó a Carlos III el permiso para ir a restablecerse a Velada. El Rey desoyendo los ruegos de su cuñada no dio su consentimiento en un primer momento. El 25 de octubre el permiso
real llegó y hasta allí se desplazó no sin antes tratar infructuosamente de buscar apoyo a su retiro forzoso enviando regalos al Conde de Campomanes, obsequios que éste no aceptó. La suerte de la desdichada viuda no cambió a pesar de que su débil salud mejoró ya que al destierro en Velada debía sumar la ausencia de sus hijos.

Santiago Martínez Hernández

Profesor Titular de la Universidad Complutense de Madrid

santiagomartinez@ucm.es

Novela sobre las aventuras del IX conde de Peralada.

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